AGGIE VILLAGE

Aquí estamos, en Aggie Village! 

Este es nuestro hogar durante el próximo año.

Son unos apartamentos de la universidad que aunque son pequeñitos, son bastante baratos y están rodeados de parques. 

A la puerta de casa tenemos un jardín con columpios, ardillas y gansos! Martín se lo pasa en grande.

Ya nos hemos instalado bastante bien. La casa estaba amueblada pero no tenía de nada asi que los primeros días nos pusimos a tope y compramos todo lo necesario: toallas, sábanas, batidora (pa los pures de Martín que no falte), comida y de todo. Y ya se puede decir que es nuestra casa.

Esta es la puerta de nuestra casa con un papi mu cansao, hay que tener en cuenta que era el segundo día, aún con jet lag! jaja.

Ahora estamos intentando comprar unas bicis de segunda mano para poder movernos un poco mejor por la ciudad. Mira que me gusta dar paseos con Martín pero se hace un poco aburrido en el barrio, todas las calles son iguales, cuadriculadas y sin gente. es alucinante pero toda, toda la gente va en coche aunque vayan a la esquina de enfrente. No ves a nadie andando, te miran un poco extraño, jajaj. Pero lo que sí se ven son bicis. Hay bastantes carriles bici y es una muy buena forma de moverse!

Y os dejo con estas fotos de Martín gozandola en el parque.

Tan feliz con su coscurro de pan bien agarradito pa que no se le escape! aunque es difícil de conseguir aquí, sus papis hacen lo que pueden!

Un beso muy grande para todos de parte de este pequeño

que seguro echa mucho de menos ver vuestras caras sonrientes!

ODISEA DE VIAJE...

Con muchas ganas e ilusión empiezo este blog para poder compartir con vocês esta experiencia que acabamos de empezar por tierras americanas. Y como no, la primera foto es de la despedida en el aeropuerto con la familia, muy temprano, nerviosos y nostálgicos. Aún nos dura un poco ese nudo en el estómago atado tan fuerte que te asfixia pero parece que ya se empieza a aflojar.

 El viaje fue larguísimo sobre todo viajando con un bebé de 14 meses! Todo esto unido a que Martín aún estaba sufriendo una gastroenteritis os podéis imaginar. Despúes de darle el potito de siempre su estómago se vació por completo y la escena fue bastante crítica: Pablo y yo con Martín en el minúsculo baño del avión cambiandole de ropa porque toda su ropa era una pasta de caca, por no hablar de la peste que salía de ahi,jajaj. ahora nos reimos, pero que mal lo pasamos,jajaj.

Después de este viajecito de 9 horas a Philadelphia, esperamos 2 horas para coger el siguiente avión a Denver. Se nos pasó enseguida con la cantidad de controles que había que pasar. Pero pasamos y ya estábamos dentro de USA.

Y ya por fin el último avión, que para nosotros eran ya las 12 de la noche, asi que fuimos los 3 durmiendo y derrotados.

A las 5 de la mañana hora española (9 de la noche aqui) llegamos a Denver. Fuimos directos al hotel a descansar, esto fue el primer detalle americano que encontramos en nuestra mesilla de noche.
Dormimos lo que pudimos y a las 6 de la mañana ya estabamos en pie. El cambio horario es matador, todavía nos estamos intentando acostumbrar. 
Solo nos quedaba esperar a que viniera a buscarnos Cecilia, una argentina compañera de Garci (jaja Chara me acuerdo! cuidado!) para llevarnos a nuestro destino Fort Collins.

Cómo no! vino a buscarnos en un auto de los que se llevan aqui, la palabra grande se queda corta, son gigantescos. Yo creo que es porque mucha gente tiene ranchos! ajja Bueno y porque aunque lleve muy poco tiempo aquí ya me he dado cuenta de que todo les gusta grande! solo hace falta ir al supermercado. Otro día os hablo de este tema y os pongo unas fotos, que no tiene desperdicio!

y por fin llegamos a Fort Collins, lo único que con la casa vacía...